“La vida misma”
Si en la vida misma puedo encontrarme a Quentin Tarantino y a Bob Dylan, yo voy a tomar un café con ellos, seguro!!!
“Life it self” su título original, es una película que no podemos simplemente dejar pasar. Escrita y dirigida por Dan Fogelman que entre sus créditos tiene la gran reputación de haber escrito uno de los mas importantes éxitos de Pixar: “Cars”.
A toda persona amante de la literatura y del buen cine, o por lo menos, a quien le interese explorar la “Pulp Fiction” (y no solo me refiero al titulo mal traducido al español como “Tiempos Violentos”, la cual aquí es fantásticamente homenajeada, sino al fenómeno que da origen a esa película de Tarantino) no puede perderse esta historia y disfrutar la manera que esta contada.
La vida misma es un ejercicio narrativo muy bien logrado, por momentos puede ser muy chocante y asustar un poco de hacia donde va la trama, pero no temamos en dejarnos llevar a manera de una de esas novelas de Pulp Fiction, las cuales no se regodean en recursos literarios sino que van directamente a movernos las emociones a través e los personajes y las conexiones entre ellos. La mención a Bob Dylan (Premio Nobel de Literatura 2016) no es gratuita o solamente motivada por la influencia que tuvo y tiene su música en una juventud en busca de argumentos para entender la historia de vida que les toco vivir.
Una de las introducciones mas suigeneris de las películas de nuestro cine contemporáneo narrado por, nada más y nada menos, que la voz del magnífico Samuel L. Jackson (el homenaje a Pulp Fiction the movie nuevamente), nos lleva a través de una serie de capítulos que nos cuentan las historias de vida de los personajes principales a través de la historia de vida de los padres y sus pasados. Película que no escatima en golpearnos fuertemente como golpea la vida muchas veces, que permite a sus actrices y actores hacer alarde actoral porque los personajes no son blancos y negro, sino saturados de grises.
New York y Andalucía son suficientes paisajes para albergar este torrente emocional, momentos de humor y mucha sensualidad por su belleza natural y magia como lugares. Visualmente es bella e impactante, tiene recursos poco explorados en el cine contemporáneo y nunca subestima al espectador. La música, ya habiendo mencionado a Dylan, podemos imaginar lo especial que es y que perdurará por generaciones, pero la música incidental de la película impresionantemente nos lleva empujándonos para donde ella quiere, no recuerdo haber visto últimamente alguna otra película que me sacudiera y moviera de esa manera y no sentirme manipulado, gran trabajo del compositor Federico Jusid es maravilloso.
A diferencia de las obras de Pulp Fiction reales que no tenían cinco estrellas en su contenido pero que eran vendidas por su portada extremadamente llamativa y cuidada, esta película o su estrategia de mercadeo falla en su poster, el cual no sugiere ni un cinco porciento de lo maravilloso que nos encontraremos en la película, por lo tanto les animo a no dejarse llevar por el póster que puede invitar a un vació drama romántico, y entrar a nuestras salas de cine a disfrutar en toda regla de una muy buena película.