Los espectaculares regresos de Demi, Julianne, Jolie y la Kidman…  ¿favoritas para los Oscar?

La carrera hacia los Premios Oscar cada vez se va cerrando más, y esperemos no se postponga más el evento de anuncio de las nominaciones, debido a la difícil situación que sigue enfrentando California por los voraces incendios en Los Ángeles.

Así que seguimos esperando con ansias los resultados de esta contienda en su primera etapa: ver cuales son los nombres que logran llegar a las prestigiosas listas cortas (nominaciones) de cara a los Premios, programados para desvelarse y entregarse este próximo 2 de marzo.

En las categorías de mejor actuación femenina, tanto protagonista como de actriz de reparto o secundaria, las posibilidades siguen siendo muy amplias pues hemos tenido un año con muchas películas cuyos roles principales o de apoyo son llevados magistralmente por mujeres en potentes puestas en escena. “Anora”, “La Sustancia”, “María” (Callas), «Emilia Pérez», “Babygirl”, “Joker: Folie à Deux” “La habitación de al lado”, “The Challengers”, “Blitz”, “The Six triple eight”, “Back to black”, “Aún sigo aquí”, “Lee”, “Hard truth”, “The Outrun”, “The last show girl”, “All we imagine as light”, “Nosferatu”, “Nightbitch” y hasta “Wicked”.

Actrices jóvenes con gran talento como Saoirse Ronan, Zendaya, Mikey Madison, Sophie Wilde, Lily-Rose Melody Deep y Margaret Qualley se estará midiendo, este año, en popularidad y carisma contra grandes regresos de Divas y super estrellas del firmamento de Hollywood como Julianne Moore, Demi Moore, Nikole Kidman, Angelida Jolie, Pamela Anderson, Kate Winslet, Isabela Rosselini y Winona Ryder. A mi parecer, al menos cuatro de estas grandes luminarias tienen muchas posibilidades de nominación por sus trabajos recientes.

Demi Moore, reciente ganadora del Globo de Oro a mejor actriz por la película «La sustancia». Nicole Kidman, por su papel de Romy en la película “Babygirl”, Angelina Jolie encarnando un retrato psicológico de la gran Maria Callas y Julianne Moore como Ingrid, una mujer que enfrenta la muerte desde la perspectiva surrealista de Pedro Almodovar.

Demi Moore, representa en escena el miedo que toda estrella mediática enfrenta, la pérdida de la belleza, el olvido y el sentirse obsoleta como figura pública en la descarnada y frenética película “La Sustancia” bien dirigida por Coralie Fargeat.

Esta interpretación le ha valido a Moore su primer Globo de Oro después de tres nominaciones en su carrera.

Interpreta a  Elizabeth Sparkle, actriz y TV model en fitness, quién de la noche a la mañana es despedida para buscar su reemplazo en esta deshumanizada industria del entretenimiento. La desesperación y la soledad la llevan a tomar una decisión de la que no podrá arrepentirse: lograr, mediante el uso de una “sustancia” una versión más jóven de sí misma, aunque esto represente, acelerar su proceso de descomposición y vejez.

Un guión muy inteligente, lleva al personaje de Sparkle en un descontrolado viaje in crescendo, en una especie de versión moderna de Mr. Hyde y Dr. Jekyll traducido al femenino, donde Moore como actriz desafía muchos de los convencionalismos estéticos de la misma industria del cine, haciendo de esté su regreso a la pantalla, un evento apoteósico por el nivel de exigencia de su personaje y el nivel de exposición visceral de ella como actriz, sometiéndose al escrutinio público de toda una nueva generación de cinéfilos y cinéfilas, que no vivieron paso a paso lo espectacular de sus mejores años en la pantalla. Redefiniendo ahora, en sí misma otros niveles actorales que van más allá de la belleza y la ternura con la que siempre revistió sus puestas en escena. Incurre, en esta producción, a desnudos muy exigentes por el género en que la película fundamentalmente se mueve (body horror), y logra estar en cada plano, poderosa, fantástica y deslumbrante. Ella, así como otras actrices en toda la historia del cine, han sufrido en carne propia, nunca mejor dicho, la crueldad del ojo que juzga cuando, por la misma presión del medio, se han hecho retoques estéticos, y estos han salido mal, a tal extremo de estar peor que con una vejez digna y natural.  Esta película y su actuación en particular, son un homenaje a todas esas actrices que han podido sobrellevar esa implacable presión sobre sus cuerpos y se convierte más que todo, en una advertencia a toda la nueva generación de actrices y jóvenes influencers en la actualidad, para que sepan fluir con los tiempos y no dejarse presionar por la asfixiante industria de consumo del entretenimiento.

Nicole Kidman una de las actrices más prolíficas y más presentes en la pantalla grande, incluso en estos tiempos, solo que en papeles menores, ahora hace un espectacular “comeback” al estrellato, con el papel de Romy, una poderosa y prestigiosa directora de una gran compañía que tendrá que debatirse entre, su papel como mujer empoderada y modelo para otras nuevas generaciones de mujeres que vienen detrás de ella, incluyendo a su propia hija, y un aspecto muy profundo y oscuro en su personalidad que teme y que inevitablemente tendrá que enfrentar.  Kidman es una de las actrices más premiadas, nuevamente puede entrar en esta contienda y pelear por otro galardón, ya tiene un Oscar por su papel de Virginia Wolf en “Las horas” y Dos Globos de Oro en su Carrera, así como Premios BAFTA, AACTA y muchos otros que laurean su desempeño como una de las mejores actrices del cine contemporáneo y probablemente de todos los tiempos, sin embargo muchas veces los premios la han eludido inexplicablemente por otras de sus más memorables interpretaciones como por ejemplo la de Grace Margaret en “Dogville”, Grace Stwart en “Los otros”, Erin Bell en “Destrucción” o como Lucy en “Todo sobre Los Ricardo”.

En esta nueva película “Babygirl: deseos prohibidos” dirigida por Halina Reijn, explora la psicología femenina sin ningún tabú, en esta puesta en escena nos ofrece muchísimos matices actorales representando mil y un rol femenino, madre, esposa, jefa, empleada, imagen corporativa, amante, esclava, niña, loca, es un deleite verla actuar en cada plano y con cualquier gran contraparte actoral que interactúa, ya sea, Antonio Banderas, Harris Dickinson o Esther Rose McGregor.

Su personaje es muy demandante en esta película pues debe tocar la vulnerabilidad y eso es muy difícil para un actor o actriz, tomando en cuenta que también es muy peligroso para mantener el mismo nivel interpretativo durante todo el metraje; Kidman lo hace espectacularmente bien en todo momento si dejar de dar ese toque de glamour que el cine, como arte del entretenimiento, siempre demanda. Este es un papel para lucirse en premiaciones pues toda la película gira en torno a su performance, indudablemente la sensualidad de esta película y su gran actuación nos retraen a otras obras como “Ojos bien cerrados” y “El sacrificio del ciervo sagrado”, haciendo con esta “Babygirl” un trilogía que seguramente se volverá de culto para esta actriz, diva y sex simbol del panorama cinematográfico. Incluso nos trae recuerdos de su personaje de la Doctora Cashe Meridian en la infame «Batman forever».

Angelina Jolie, siempre apuesta fuerte cuando busca por las nominaciones a premios de actuación y este año ha escogido cerrar una trilogía sui generis sobre grandes DIVAS del siglo XX que planteó el gran director chileno Pablo Larraín, donde primero retrató, a su manera, a Jackeline Kennedy (interpretada por Natalie Portman) en la película “Jacky”, a Lady D (interpretada por Kristen Steward) en “Spencer” y ahora a la gran María Callas en la película “María”, a quien Jolie interpreta con una altísima estética actoral, enfocándose más en una mirada psicológica que en una exterior de la Callas en sus últimos días de vida.

Angelina Jolie logra, casi en un soliloquio continuo, entregarnos una performance que podrá ser objeto de estudio en las escuelas de actuación de ahora en adelante. Elegante y decadente al mismo tiempo, sobervia y vulnerable, enigmática y sobre todo cautivadora, además usa su propia voz para entregar con toda naturalidad parte de esos momentos en los que la gran estrella de la Ópera ya no tenía magia ni espíritu.  Adicta a los narcóticos y sólo acompañada por su ama de casa y su mayordomo, María necesita crear más personajes a su alrededor, para ser admirada y es aquí donde Jolie luce mucho con esta interpretación llena dignidad, equilibrio y seguridad, siempre magnífica y un poco “maléfica” nos ofrece un personaje tan estético que parece que estuviésemos asistiendo a una función de Ópera y no a una película comercial.

 Uno de los logros en la actuación de Angelina Jolie aquí, es usar a su favor sus múltiples personalidades, ya que ella igual  en su vida personal ha pasado por muchas etapas tratando de encontrar una esencia propia siendo: sex symbol, adolescente autodestructiva, esposa, activista, filantropía, empresaria, productora y actriz. Así, presenta muchas facetas de María Callas mostrándonosla en diferentes momentos como María, La Callas, la diva, la mujer, la adicta y la estrella, todo esto en unos cuantos días, sus últimos días, que nos dan vistazo de como esta, adorada leyenda, vivió entre la gloria, el sufrimiento y la condenación.

Julianne Moore es sin duda la protagonista de la última película de Pedro Almodovar, aunque la siempre genial Tilda Swinton con su personaje de Martha, es el núcleo donde gravita toda la narrativa, el motor emocional de toda la cinta es Moore, con su personaje de Ingrid, a quien se nos presenta desde la primer secuencia como una mujer que le teme a la muerte y que en toda la película es ella quien realmente la enfrenta. Es ésta la premisa de toda la película, aprender a mirar a la muerte, a nuestra manera, y como un paso natural de la vida misma. Swinton que es siempre de mis actrices preferidas, aquí está soberbia y además no solo hace un personaje, sino que diré que se desdobla en dos para mostrarnos más de una manera de cargar con el duelo del final de la vida.  

“La habitación de al lado” es el primer largometraje que el director manchego rueda completamente en inglés, y no descuida los elementos más propios de su cine: historias íntimas, buenos diálogos, magníficos y fuertes personajes femeninos, una estética visual muy pop y sobre todo mucho arte en toda la película.

Ingrid, una escritora de ficción que está teniendo éxito con su más reciente libro que habla sobre la muerte, se reencuentra con una antigua amiga, la corresponsal de guerra Martha (Swinton), que siempre ha visto la vida, no como ficción, sino a través de la cruda realidad en conflicots bélicos, ahora está enfrentando un cáncer terminal y le pide el favor de que sea la persona de la habitación de al lado en el momento que ella decida dignamente terminar con su vida, como ella dice, “antes de que el cáncer termine con ella”. Una dupla que funciona perfectamente, en un relato lleno de mucha melancolía, ética y sin exceso de drama o de superficiales dilemas morales, muy al estilo Almodovar, donde no puede faltar el tema de la feminidad y la maternidad desde otros ángulos aún no explorados por este autor en sus obras anteriores.

Moore nos lleva por el desarrollo de su personaje con mucha cautela y mucho sentimiento, decantándose por la importancia de la amistad y por lo humano que es no dejar a otra persona en la más profunda soledad, a pesar de temer con toda su alma a lo que se puede enfrentar.  Nos van preparando para mirar de frente a la muerte, y junto al gran guión de Almodóvar, nos acompaña a ver el ocaso del ser humano que más que drama y sentimiento lúgubre, como una celebración a la existencia y a la lucha digna por la vida. con algunos toques de comedia, gracias a la naturalidad de las actuaciones, tanto de Tilda Swinton, John Torturro que hace un papel secundario maravilloso y cauto, pero sobre todo a la naturalidad de Julianne Moore que se nos abre para ver toda la complejidad de su personaje, incluso toma momentos de denuncia y de reclamo ético por lo humano.

Julianne Moore en definitiva, además de convertirse en “chica Almodovar” por la puerta grande con esta película, nos deja esa puerta como metáfora, depende cómo nos atrevemos a mirarla, sí siendo fuertes generosos y amigos al verla siempre abierta y llena color y vida, o egoístas y verla ya cerrada y llena de incertidumbre. 

“Emilia Pérez” de Jacques Audiard

Siempre acercándome a esa carrera hacia los Premios Oscar 2025, quiero detenerme un momento en esta controvertida película, que está poniendo sobre la mesa discusiones y temas muy relevantes para el cine.

Hacer una reseña de esta arriesgada película sin hacer spoilers, es muy difícil, pero trataré de ceñirme a no más de lo que ya el tráiler y la sinopsis oficial develan.

Es una película que recomiendo ver, si es posible, antes de la gala de los premios Oscar, pues ahí pueden pasar varias cosas… que triunfe con varios premios por las nominaciones que tendrá o que sea una de las propuestas más audaces que se quede en las puertas de entrar a la gloria del mundo del gran espectáculo por esa puerta grande; es una producción que está cosechando ya muy buena taquilla, anexada ya al catálogo de Netflix y sobre todo, generando muchas opiniones encontradas y muchísima polémica.

“Emilia Pérez” es un rara avis musical queer de Jacques Audiard, un creador que no es la primera vez que usa un género cinematográfico alterando o descuidando sus paradigmas y nos ofrece una obra completamente fuera de serie, al menos de esas series; ya lo había hecho con el western “ Los hermanos sister” en 2018 con un elenco de lujo: Joaquin Phoenix, John C Reilly, Jake Gyllenhaal y Rudger Hauer entre otros, dicho sea de paso, la única película que yo había visto de él antes de “Emilia”, sin embargo, cuenta con una filmografía extensa y destacada, al menos entre las audiencias europeas, principalmente francesas donde lo ha ganado casi todo, ahora es casi seguro que le vendrá una primera nominación a los premios Oscar.

“Emilia” creada con guión espinoso, basado en un personaje de la novela francesa «Écoute» de Boris Razón, ambientada en la ciudad de México principalmente, oscila entre el melodrama cuasi ridículo de telenovela latinoamericana, pero con unos despuntes elocuentes de cine de autor, y no es un musical al uso, como ya lo he sugerido, por lo tanto su visionado puede ser o estimulante, o completamente desconcertante. 

Sigue la historia de Rita, una abogada de dudosa y muy realista doble moral que sabe que, por muy cualificada que esté. no podrá sobresalir ni emerger de los estándares de una clase media baja en la ciudad de México. Es tentada a aceptar un millonario trabajo que implica ayudar a un narcotraficante a cambiar ilegalmente de vida, lo que la arrastra aplicándola de más, en esa otra nueva vida de crimen y redención.

Zoe Saldaña magistralmente da vida a esta sagaz abogada con unos momentos de sutil belleza actoral y otras situaciones de una fuerza y tensión dramática que crean los puntos más relevantes de la película. En las primeras secuencias del film, la narrativa nos presenta a Rita interpretada por Saldaña quien con mucha experiencia en la puesta en escena, cambia de registros actorales y musicales sentando las bases muy claras y contundentes de su personaje, el cual irá ascendiendo en intensidad hasta tener un arco narrativo espectacular. En todo momento que interactúa con todas las actrices del elenco, las hace superar y mantener un buen nivel actoral.

Karla Sofía Gascón, quien merece una nota aparte para conocer más sobre su historia de vida y carrera personal, interpreta a Manitas, un narcotraficante que luego se convertirá en Emilia Pérez, “la mujer que Manitas siempre quiso ser”. Ganadora junto a Saldaña del prestigioso Premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes (Ex aequo), tiene algunos momentos de lucidez actoral pero en general, cumple notablemente su trabajo de interpretación sin destacar, como sí lo hace su compañera Zoe, que llega a sobresaliente todo el tiempo y con varios momentos en los que se gana mención de honor. Karla, tal vez culpa de que su personaje no tiene tiempo de desarrollarse en el guión, en una mayor gama de grises sino que está lanzado casi solo en términos de negros y blancos emocionales, no logra jugar con sutilidades escénicas. Rescato como uno de mis momentos preferidos de toda la película, un espacio bien íntimo cuando Rita, le confirma a este capo de la mafia, que ya todo está listo y que su cambio de vida será tan efectivo, que todo mundo se olvidará de él, Manitas centrándose en la imagen de sus dos pequeños hijos, comparte sin quererlo un dolor muy profundo, logrado con esto, uno de esos pocos momentos en los que Karla logra una actuación fascinante.

Estimo que ambas estarán en la contienda para lograr las nominaciones, Saldaña la tiene casi asegurada, desde mi punto de vista, por su desempeño en escena y Karla, pueda que la ayude el impulso mediático que le acompaña para seguir abriendo puertas para la comunidad LGTBIQ+, y principalmente a las personas trans, en esta clase de premiaciones. Después de ellas están las actuaciones de Adriana Paz que con poco metraje en escena logra una actuación muy auténtica y valuable como actriz de apoyo en la narrativa. Finalmente, Selena Gómez, el eslabón mas débil de este elenco, de quien yo esperé mucho más por su experiencia en el show business y por ser estrella pop, pues su rol es de una muñeca de la mafia, donde pudo haber brillado con luz propia. Sin embargo, fuerza su personaje y no logra empatizar con el público, mucho de la responsabilidad por este fallo, es el uso de su mal español, que no lo logra lanzar los diálogos con seguridad y eso hace que ella no se sienta cómoda siendo ella misma, además que su personaje es el más estereotipado de todos dentro de la narración. 

Algo que sí quiero destacar de la propuesta musical es que todas las actrices usan sus propias voces para cantar los diálogos versados y eso da muchísima genuinidad a esta pieza cinematográfica.

Esta película por su parte como producción, ha ganado entre otros, el premio del jurado en Cannes a Mejor Película y el Globo de oro a Mejor Película comedia o musical, importante por su mensaje sí, y a su vez, muy peligrosa por ese mismo mensaje, pues más allá de estar ambientada en el mundo del crimen organizado, (y que respeta mucho a las víctimas de ese cáncer social), es principalmente la historia de vida de una persona trans que necesita cambiar su exterior para acercarse lo más posible a su interior, como diría Antonia San Juan (La Agrado) en la obra maestra de Pedro Almodovar “Todo sobre mi madre”, a ser más “auténtica cuanto más se parezca a lo que ha soñado de sí misma”. Así encontramos en el medio de la película una de las canciones más potentes cantada en forma de Canon o polifonía, donde nos plantea el dilema filosófico en estas encrucijadas, de si los seres humanos cambiamos realmente algo de nuestra esencia al someternos a esas transformaciones exteriores o no, cuando lo que debemos cambiar los unos y los otros son los bloqueos mentales que nos atan y complican para poder vivir en un mundo cada vez más plural. Queda a la interpretación de cada quien, determinar si al final de la película, Manitas cambió realmente algo de su esencia con todo este ajetreo, ahí valoramos si ha merecido la pena haber hecho de esta manera, toda esta producción.

Llegando al final, es donde también encuentro una de las más grandes fallas de la película por su aceleración, un intento de glamorizar a lo Hollywood un personaje como Emilia, que si lo analizamos en realidad, no lo merece. Es de notar siempre que es una ficción y este final bien que mal, es completamente válido, pero comparado con el impetuoso, dinámico y formidable comienzo, deja al espectador con un sabor de boca un tanto peculiar.

Como un apartado especial es de mención que las canciones originales (parte fundamental del guión), son escritas por la cantante francesa Camille, que me encanta, así que ya quiero ir a buscar el soundtrack de esta intrépida producción, que no por sus interpretaciones en las canciones pero si quiero ver y oír como queda como producto aparte.